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Juan Goytisolo: “La literatura como creación”

Martes 21 de marzo de 2006, por Anarco sindicalista

MALAGA 22 DICIEMBRE DE 2005
Asistí a una conferencia en el Rectorado donde participaba uno de los más grandes novelistas de la literatura española; se encontraba para dar una charla sobre la literatura y el compromiso que tiene él mismo como escritor.
Me he permitido extraer las ideas y pensamientos que fluyeron por el escritor esta jornada, y que transcribo más adelante, como reconocimiento de uno de los escritores más importantes vivos, del que resulta admirable no sólo su obra, sino la capacidad de entendimiento y el conocimiento profundo que tiene de las múltiples civilizaciones, y su defensa de la diversidad, en un mundo tan cegado por el monocolor de la civilización occidental.

Breve reseña bibliográfica:
Juan Goytisolo (Barcelona, 1931), que acaba de presentar sus obras INCOMPLETAS, según él mismo, fue censurado por el franquismo hasta la muerte del Dictador, y ha vivido en Paris, Nueva York, reside actualmente en Marrakech.
Ha obtenido importantes premios, como la el Premio Octavio Paz en el 2002 en México. Es autor de múltiples novelas como Señas de Identidad (1976), Reivindicación del Conde don Julián (1970), Juan Sin Tierra (1975), Makbara (1980), Paisajes para después de la batalla (1982), La saga de los Marx (1993), El sitio de los sitios (1995), Las semanas del Jardín (1997), Fin de fiesta (192), Campos de Nijar (1959), La Chanca (1962), Cuaderno de Sarajevo (1994), El bosque de las letras (1995), Disidencias (1977), Furgón de Cola (1967), Coto vedado (1985), En los reinos de Taifa (1999), Carajicomedia (1999).

En su conferencia malagueña estuvo dialogando con Juan Francisco Ferrer (escritor), que dijo de él que es una persona notable, reconocida a nivel mundial, que ha transcendido a la literatura universal, como el más cervantino de los escritores de nuestro siglo. Aunque nació en Barcelona, también lo hizo en Marrakech, en Nueva York, “murió” en Sarajevo, y volvió a renacer.

Autor de obras como “la Reivindicación del conde Don Julián”, “Juan Sin Tierra”, o “Telón de Boca”, de los que leyó un extracto en esta conferencia, Ferrer le hizo una serie de preguntas para que diera su visión y opiniones al respecto, y hacer un breve debate finalmente.

Francisco Ferrer (FF): ¿Qué opina de la reciente publicación de sus obras completas?
Juan Goytisolo (JG): Yo diría incompletas obviamente, pues vivo aún. Mis escritos abarcan medio siglo. Las primeras novelas son de los años 50, las tenía olvidadas, las he leído ahora como si fueran de otra persona. Hay que saber escoger el momento de escribir en cada momento. La rabia que sentía escribiendo “La Reivindicación del Conde D. Julián” se debía a que estaba escriba en pleno franquismo, no podía ser de otra forma.
La escritura en “Coto vedado” o en “El reino de Taifas” se hicieron en ese momento, ahora sería imposible.
Las más recientes las tengo frescas aun, las obras anteriores las tenía olvidadas completamente. Creo que hay aciertos y errores. Como en una de mis obras y con el tema de los niños de la guerra civil española, que era un tema magnífico, creo que lo escribí antes de tiempo, pero no se puede cambiar.
Soy muy autocrítico, lo que escribo en un campo, si me equivoco, soy el primero en decirlo.
La memoria de España tiene mucho de quienes les gusta hablar más de los demás, que de uno mismo. Las novelas españolas son muy desmemoriadas.
De haber sido ingleses, no incurrirían en esos graves defectos, nos llevan ventaja histórica.

FF: ¿Cómo has encontrado novelas como “Juan sin tierra”, “Señas de identidad”, ahora?
JG: Funcionan muy bien, cambiaría algún párrafo. De “la Reivindicación del Conde de D. Julián” no cambiaría una palabra.
El gran traidor de la Historia de España es ella misma: por ejemplo, sabemos hoy que la famosa invasión de los musulmanes no ocurrió en absoluto, o como el Apóstol Santiago no era tan Apóstol. Cuando España empieza a decaer (su imperio), qué hicieron los poderes entonces para enfrentarse a esas pérdidas, ¿qué hizo el apóstol Santiago?, se necesitaba alguien como Quevedo, un escritor que odiaba a las mujeres, a los moros, a los homosexuales, y glosar a “Santiago como cortador de millones de cabezas”
FF: ¿Es Ud. una anomalía cultural”
JG: Esto viene de la individualidad, cuanto más distinto eres, más discordante.
Es el resultado de la sociedad cultural. Valle Inclán era considerado una anomalía. Fue rechazado su ingreso por la Real Academia, y éste al enterarse declaró “desde cuándo los herejes entran en la Academia”.

FF: ¿Se considera un heterodoxo en la literatura”
JG: En absoluto. He aplicado el concepto que le da Meléndez Pelayo (autor de “El libro de los heterodoxos”, para vilipendio de algunos, incluso se arrepentiría de haber incluido a quien fue uno de sus amigos después, Galdós), los heterodoxos son definidos como grupos minoritarios.
(Ni con estos, ni con aquellos estoy conforme ni disiento en todo. Todos tienen parte de verdad y parte de error, y cada cual descubre el error en otro sin ver el suyo - Miguel Servet, “quemado por heterodoxo”).
Meléndez Pelayo que hizo un magnifico prologo en el IV centenario de la Celestina, pero que es mezquino cuando se ciega por la ideología.
En Nueva York había un curso de la Lozana Andaluza, al que casi consideran pornográfico en los años 60. En esta obra hay una reivindicación del placer femenino, de la mujer prostituta en Roma. Otro ejemplo es el Cancionero de Dumas, cuyos poemas prodigiosos sobrepasan el tiempo en que fueron escritos, toda una burla al antisemitismo, por cierto.
“Las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre”, muy conocidas, y bellas. Pero muy mejores y desconocidas son “las Coplas a la muerte de su madrastra”. (solo una persona del numeroso público las conocía).
Y resalto también la obra de Blanco White, autor de “Cartas de España”, exiliado y no conocido en su tierra, vilipendiado y admirado por Meléndez Pelayo,
Blanco White fue sepultado en vida y condenado al olvido por sus enemigos naturales (el nacional-catolicismo hispano y las dictaduras, gobiernos e instituciones conservadores y reaccionarios), pero, dolosamente o no, los representantes más destacados de la corriente de pensamiento liberal que va a salto de mata desde las Cortes de Cádiz hasta la Restauración alfonsina le ignoraron también. Una alianza non sancta de prejuicios, intereses, misoneísmo y celo apostólico selló su tumba. (Juan Goytisolo: un escritor marginado) .

Autor como digo, no traducido en su lengua. Como le ocurrió a la considerada obra maestra del siglo XIX, La Regenta, que estuvo de 1912 a 1965 fuera de la circulación. En Francia, esto no se habría permitido. Estos ninguneos son propios de este país.

La cultura española carece de curiosidad por otras culturas. Américo Castro hablaba de falta de interés. Esto está cambiando poco a poco. No se puede conocer la literatura española sin recurrir a extranjeros. Al contrario, españoles que hayan contribuido a la cultura de otros países son escasos.
Soy el primer escritor español que conoce el árabe (y nuestros vecinos están en la frontera). Este idioma me ha enseñado muchas cosas del español. Hay infinidad de refranes (refranero de Alonso del Castillo), palabras, verbos intransitivos (decir anochecer borracho, o amanecer cansado), no hay traducción posible al ingles, por ejemplo, está cogido directamente del árabe. O bien señalar de donde proceden los términos semen y leche, que es una traducción del árabe).
Pues bien, no había entrevista que me hicieran que no preguntaran insidiosamente: ¿a qué viene ese interés tuyo por el mundo árabe?
Cuando hice la serie para TV Alquibla, trate de resaltar y diferenciar la diversidad del mundo árabe: Marruecos, Argelia, o Egipto, no se parecen en nada, o como Irán, donde existían bibliotecas con numerosos títulos de libros en ingles, francés, ruso, pero en español, ninguno. En Yemen sólo un español tuvo la curiosidad de conocer a los yemeníes.

FF: Señas de Identidad colectivas, es algo intrínseco a las nacionalidades...
JG Es un título que parece un comodín, que sirve para todo.
Las culturas sanas son las que se interesan por todas la culturas y se enriquecen.
Dos ejemplos: la cultura árabe supo asimilar las influencias de la India, de Oriente Próximo, y es entonces cuando tienen su mayor esplandor. Cuando empiezan a encerrarse en la religión se estancaría.
Lo mismo ocurre a España, la cerrazón de la Inquisición hizo que el desarrollo en el comercio tardara siglos. Soy contrario a todos los nacionalismos (vasco, catalán o español). Cuando leo la prensa me quedo aterrado.
Azaña, que supuso un hilo conductor del pensamiento federal de Pi i Margall, no ha sido superado por estos nacionalismo aterciopelados.

FF: Háblanos algo del “árbol de la literatura” y lo que significa para ti.
JG: Es un texto fundamental, Las Semanas del Jardín (1997). Una obra no puede ser trasladada al futuro si no pertenece al pasado. Esto resume mi experiencia, mi percepción personal de la literatura. Una obra como “El bosque de las letras” permite relacionar unas obras con otras, hay que tener la posibilidad de comparar, de ver la cultura española a la luz de otras lenguas y culturas, y sumar, sumar.
No se pueden negar aspectos (porque no interesan, ¿a quién?), esto es una mutilación..

FF: ¿Por qué lo consideran el más cervantino de nuestros escritores?
JG: Se ha escrito tanto este año del Centenario, que todo se está frivolizando.
Se entregaron 1 millón de ejemplares, (si solo se leyera un 1%, deberíamos quedarnos contentos).
Cuando Cervantes escribió la primera parte del Quijote lo hizo en el más absoluto desconocimiento. Mi obra “Las semanas del Jardin”, es un titulo cervantino, donde Cervantes aparece asediado en Sarajevo, es un relato dentro del relato, simulación de actores, se halla antes en los cuentos de las mil y una noches.
Como una polinización (me gustan los ejemplos relacionados con la botánica), influyó en la literatura europea los cuentos de las mil y una noches.

FF: Una de tus obras favoritas: la Celestina.
JG: Si, Fernando de Rojas, no olvidemos que murió a los 23 años, que su familia fue quemada por la Inquisición, que vivió en un mundo sin perdón divino, y que su breve obra trágica contiene cierto humor, como un poder trágico.

Público: ¿Hay alguna tabla de salvación para el poeta/escritor que pueda decirnos?
JG: La misión del escritor no es dar respuestas, sino hacer preguntas. Uno defiende la inteligencia creadora. En un diálogo en una obra mía, entre Demiurgo y el personaje, donde le hacer hablar a Dios, y le critica duramente su incapacidad para dar respuesta al desastre del que debería ser responsable, en términos de las barbaridades humanas.

Entre aplausos los asistentes se despiden de esta magnifica persona y escritor que es Juan Goytisolo, del que buscaremos sus obras para aprender y disfrutar.
Envío esta crónica que ha sido completada de la mejor manera posible a partir de las notas tomadas en la conferencia, para su publicación, y que si la lee el Señor Goytisolo, espero que no le desagrade la impericia, la incapacidad de síntesis o cómo he completado alguna de las ideas, y el haberme permitido hacerlo, para darlo a conocer en medios no oficiales, donde la cultura se valora por lo que significa, no por lo que cuesta.

Fdo: Antonio Jiménez

Juan Goytisolo
El escritor Juan Goytisolo