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19 DE JULIO DE 2.006: HOY COMO AYER: CONTRA EL FASCISMO, POR LA ANARQUÍA. 70º ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN SOCIAL

Sábado 15 de julio de 2006, por anarcolobo

El sábado 15 de julio alrededor de veinticinco personas salieron a la calle en un acto programado por la CNT malagueña que conmemora el 70º aniversario de la Revolución Social. En un intento de recuperar la memoria de la historia más cercana, la manifestación recorrió el centro histórico de Málaga, pasando por la emblemática calle Larios hasta finalizar en la Plaza de la constitución, donde se realizó una concentración y lectura del correspondiente comunicado.

El acto se desarrolló con normalidad, aunque son de destacar un par de incidentes, en especial el intento de enfrentamiento de un policía nacional con lxs manifestantes en Calle Larios. Ante el grito de “picoletos, pico y pala”, el citado policía detuvo su moto para encararse con la cabecera de la manifestación, ya que en la cercana plaza de la constitución se encontraba emplazada una carpa de la guardia civil en memoria de las víctimas del terrorismo, y citando textualmente, “de picoletos, nada. Hay que tener un respeto con la carpa de la plaza. Eso sí son VÍCTIMAS DE VERDAD”. Una vez más, nos encontramos ante una muestra del despotismo de las autoridades y del ninguneo al que siguen siendo sometidos los muertos de una sublevación militar que dejó Málaga sembrada de cadáveres. Asimismo, una vez terminado el acto, un grupo de compañerxs fueron seguidos por un guardia civil de paisano. Percatados de este hecho, lxs compañerxs decidieron dar un largo paseo por las calles de la capital, hasta que finalmente consiguieron dar esquinazo a su disimulado perseguidor.

A pesar de todo esto, la CNT no dudará en salir a la calle cada mes de julio para recordar el 19 de julio, fecha de grandes ilusiones truncada por la barbarie de las armas.

Más tarde se celebró una comida solidaria en el local del sindicato, al que siguió la proyección del documental “A sangre y fuego: Málaga 1936. Guerra y Revolución en la ciudad del paraíso”, en el que, a través de testimonios de diversos combatientes y escritos de personajes tan importantes como Gerald Brenan o Norman Bethune, narra por primera vez los trágicos sucesos acaecidos en Málaga durante la Guerra Civil. El fracaso del alzamiento militar, el desarrollo de la revolución y la ofensiva final fascista que culminará en uno de los episodios más trágicos y desconocidos de la contienda: el éxodo y la matanza de la carretera de Almería, donde entre cinco mil a quince mil personas inocentes sirvieron de blanco perfecto a los militares fascistas, diezmando la población malagueña, tal y como aseguró que haría Queipo de Llano en una de sus tantas comunicaciones radiofónicas.

Todos los años desde la propagandística del poder se nos asalta con la conmemoración de actos diversos, acompañados de actos, fastos, novedades editoriales, de saraos de todo tipo y un uso oportunista del hecho o personaje homenajeado. Lejos de nuestra intención sumarnos al carro de ese oportunismo. Nuestro propósito es, precisamente, salir al paso de las voces interesadas que tratan de manipular nuestro pasado con fines deshonestos, borrando de él o desfigurando aquello que les molesta.

Es por eso que no queremos dejar pasar por alto el 70º aniversario de comienzo de lo que según algunos fue simplemente una guerra civil, pero que, ante todo, fue una Revolución Social de carácter netamente anarquista, en la que millones de personas subvirtieron las bases de la sociedad de clases, llevando a cabo una transformación económica y social sin parangón en la historia contemporánea. Fue al mismo tiempo la última gran revolución en territorio europeo y la más profunda en contenido y realizaciones.

No queremos olvidar a quienes, en un esfuerzo de generación en generación, la hicieron posible, a los hombres y mujeres que sostuvieron los sindicatos, los grupos, las cooperativas y los ateneos, que compusieron los periódicos, escribieron los libros y repartieron los folletos de la Idea, que hicieron frente a la represión que se abatió sobre ellos por defender unos ideales de justicia. En definitiva, a quienes dedicaron sus vidas a la más noble de las causas: la defensa de la dignidad humana y de una vida mejor para todos y todas. Para ellos y ellas es nuestro recuerdo y nuestro compromiso de continuar su lucha por la justicia y la libertad, por la ANARQUÍA.