LA REPRESION EN LA ESPAÑA FRANQUISTA EN MALAGA. (Conferencia de Manuel Morales Muñoz[1], resumida y comentada por Antonio Jiménez). Marzo 2006.

La caracterización de la represión o su naturaleza: La tipologia represiva consistió en la ejecución de cientos de miles de ciudadanos, por su ideología (valores).

En ello se basó la instrucción nº 1 de 23 de mayo del 36 del General Mola que ya indicaba que habría que “exterminar todo lo que se identificara con la República”.

Esa represión seria planificada, sistemática y se ampliaría en un abanico de formas: ejecuciones sumarias, las sacas, vejaciones con el apoyo de la Iglesia (que llamaría Cruzada al golpe militar), la burguesía y los falangistas.

La información más documentada de la represión nos cuenta que:

– Hubo 150000 victimas ejecutadas, aunque nadie puede asegurar las cifras exactas.

– Entre el 36 y 1946 se juzgaron mas de150.000 (¿?) personas.

– En el año 40 hay el mayor contingente de presos, campos de concentración, con unos 270.000 presos políticos. Lógicamente estas cifras irán disminuyendo con los años.

– La persistencia de la represión en los años 50 nos dice que aun quedaban 150000 presos en las cárceles franquistas, según cifras del Mº Justicia franquista.

– Que había más de 200.000 exiliados-as (a partir del 1939).

– Entre 1939 y 1948 se produjeron la mayoría de los fusilamientos, es decir, murieron ejecutados cuando ya la guerra había terminado.

– Los Decretos y leyes se dictaron para legalizar la “criminalización del rojo”, como fue la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, que tuvo carácter retroactivo hasta la Revolución de Asturias, para quienes tuvieran algún protagonismo, o para penalizar la militancia o la pasividad ante el 18 de julio. (En las notas gubernamentales sobre los ciudadanos, aparecen de manera corriente expresiones que servirían para demostrar “la lealtad al régimen o pasividad”).

– Se cometió una masacre en Málaga y en Badajoz (que han sido bastante ignoradas en comparación con otros hechos como los que ocurrió en Guernica por ejemplo). En Málaga se aborto el levantamiento por la militancia obrera.

– El tiempo en que se ocupó Málaga, muy pronto, hizo que fuera muy represivo.

– No hubo tiempo en la ciudad para guardar o eliminar la documentacion que serviría al franquismo para guardar los archivos y perseguir a los militantes. (Baste observar los documentos[2] que había en el gobierno civil, llenos de nombres de los organismos obreros, de la ciudad y la provincia).

Según historiadores como Antonio Nadal[3] habría en Málaga unos 2600 fusilados desde 37 al 40, de las que 55 serían mujeres. Otro historiador, Tuñon de Lara, dice que la guerra civil fue una guerra de clases.

En las zonas rurales la represión fue mayor si cabe, en comparación. El motivo fue la represión sobre el campesino y el obrero sindicalizado. Se debió al caciquismo, y a una venganza sobre las organizaciones obreras que atemorizaron al cacique con prácticas como el “tope”[4], y de los que se vengarían, señalando con el dedo, a quienes tenían que matar, y salvando a quienes estimaban como útil mano de obra.

En Marbella, los jornaleros y pescadores, de sindicatos como la CNT, son los que serian más duramente reprimidos, donde el capitán de la guardia civil, Manuel Gómez Cantos, dirigiría personalmente la represión. Murieron 100 personas desde que cayó la ciudad, en menos de 1 mes.

Después, iría disminuyendo esta represión sistemática, contra todos los dirigentes de las formaciones políticas y sindicales. Todo esto lo relata uno de los supervivientes de Marbella, Machuca, en sus memorias de un cenetista marbellí, durante su exilio.

En Málaga, Aurelio Ramos, del partido republicano, director del Hospital civil, o como Cayetano Bolívar, del PCE, diputado en el año 1933, ambos fusilados.

Esta violencia hizo o provocó el éxodo masivo de la población. Que conociendo los desmanes que se iban cometiendo, y por el temor que se estaba produciendo (la vanguardia franquista la formaban tropas moras), la gente huiría de las decapitaciones, de las violaciones. Hablar de guerra es hablar de crueldad, por ello, más de140000 personas inician la marcha o huida hacia Almería, perseguidos por los bombardeos aéreos o desde los barcos fascistas.

En Gaucin, la familia Sánchez al completo llega a la frontera francesa. Algunos quedan atrapados en la frontera. (Airges les Mers). Algunos más conocidos como José Moreno Villa, Emilio Prados, o Juan Rejano, fueron al exilio, como sabemos.

Algunos de los exiliados volverían, engañados porque no serian represaliados, aunque la realidad fue otra: en Andalucia en 1939 habria más de 14000 presos politicos.

El sistema penitenciario durante el franquismo habilitaría todo tipo de establecimientos (en Málaga había 4000 presos), como hospitales, plazas de toros, fabricas (de la Aurora), Plaza de la Concordia, sótanos de la fabrica de tabacos, campos de concentración (Torremolinos), Alhaurin, ronda, Antequera. A partir del 39 comienzan los juicios: antes no había. El Penal del Puerto de Santa Maria[5], El Dueso. En esas prisiones era común enfermar y morir como ocurrió a Julián Besteiro, Miguel Hernández (tuberculosis). Malagueños como Andrés Mata Guerrero, o Pérez Nieto, ambos de la CNT de Marbella, serian victimas de ello.

Como anécdota, un ministro franquista, Ernesto Jiménez Caballero, decía que Franco siempre desayunaba “roscos” y mientras decidía si merecía la muerte o no la merecía, las sentencias que le presentaban para ordenar.

El modelo de la represión consistía también en los trabajos forzados, trabajos penitenciarios, batallones para redimir penas (Valle de los Caídos, Banús, explotaciones agrarias como las de Jerez, o el Valle del Guadalquivir, que fueron proyectos donde se beneficiaron empresarios con el trabajo esclavo de los represaliados). En Málaga, la reconstrucción del aeropuerto (donde aparecen nombres como García Morato, que fue aviador nacionalista, o Carlos Haya, que fue otro aviador franquista, nos lo recuerdan aun), por los presos republicanos al igual que participan en la reconstrucción de los ferrocarriles andaluces.

La Iglesia y la Falange apoyan con entusiasmo la represión. La jerarquía católica estará en todas las instituciones franquistas.

La ley de las responsabilidad políticas, se aplica también a los funcionarios, con la depuración del Magisterio ,donde el 25% de sus miembros serian expulsados.

Los ideólogos del franquismo como José Maria Peman, culpaban a los docentes de difundir la idea de la “disolución social” de la Republica.

Se cerraron cientos de escuelas. Se impone un nuevo modelo de enseñanza, para adoctrinar, para impulsar la labor misionera, el nuevo catecismo.

Algunos maestros serian condenados. Como le ocurrió a Francisco González Fernández, del colegio Bergamin, cuyo fusilamiento no fue casual ya que estaba afiliado al PCE.

En el Ayuntamiento de Málaga, serian apartados hasta 300 empleados públicos, por “desafectos al régimen”,. En la Diputación, serán”cesantes” todo el comité de servicio al Frente Popular, como Francisco Román Díaz, Militante socialista.

Hubo también mujeres victimas de la represión, aunque el porcentaje del 3% que parece pequeño no lo es tanto, si se compara el pequeño papel protagonista que tenia la mujer entonces.

Como ejemplo de lo anterior está “las trece rojas”, que narra la vida de 13 mujeres fusiladas por reorganizar las JSE, y que fueron rapadas, humilladas, y fusiladas.

La represión también fue expolio y robo, como ocurrió con los locales de los sindicatos como los de la CNT, y su local de Tejon y Rodríguez en Málaga, que pertenecía al Sindicato de Ferroviarios[6] de la CNT.; o el Asilo o reformatorio en que fue transformado el sindicato de Torremolinos, o el expolio al que fueron sometidas las propiedades de todas las personas que eran perseguidas por “rojos”, y que perdían sus tierras, casas, etc.

[1] Profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga. Ha realizado numerosos trabajos sobre el movimiento obrero en Málaga. Autor del libro (agotado): “Málaga: la memoria perdida. Los primeros militantes obreros.Editorial . Diputación de Málaga.1989.

[2]www.cnt.es/malaga

[3] La guerra civil en Málaga. Antonio Nadal.

[4] El tope: practica extendida en los pueblos de Málaga, con un fuerte movimiento obrero, que para combatir el paro obrero, obligaban a los patronos a pagar el salario a quienes estuvieran en paro, y aunque no quisieran darles trabajo. Lo aseguran personas como Máximo López Calle de Montejaque, con 90 años de edad, o en los documentos de la guardia civil, dando cuenta de la conflictividad obrera al gobierno civil.

[5] Quienes estén interesados pueden leer las memorias de cualquier preso, como el de nuestro compañero recientemente fallecido, Antonio Morcillo, en la pagina de cnt.es/malaga, en la parte de patrimonio histórico, que narra hechos relacionados con los penales citados.

[6] Local de CNT reclamado al estado y que fue incautado, y que aun no ha reconocido el Estado a pesar de que pertenecía legalmente y fue comprado con las aportaciones de este sindicato, según las pruebas aportadas.