Este 14 de abril CNT Málaga ha realizado una jornada por la vindicación de la memoria histórica. A pesar de que este término viene siendo denostado últimamente, y de que diferentes partidos políticos y sindicatos se apropian de él, usurpando su verdadero significado, hemos considerado necesario revivir los hechos acaecidos en Málaga y rendir un sincero homenaje a las personas que dieron su vida por la preservación de la libertad.
A las 13 horas militantes de este sindicato se dirigieron al cementerio de San Rafael, donde se están realizando excavaciones para recuperar los más de 3600 cuerpos que se estima se encuentran enterrados en dos fosas comunes. Durante la concentración se ha leyó un comunicado recordando a l@s compañer@s que lucharon y cayeron, sabiendo que el mayor homenaje que puede hacerse es continuar con la lucha que ell@s emprendieron. Ya por la tarde se proyectó en el local del sindicato el documental «A sangre y fuego; Málaga 1.936», con un debate posterior al que asistieron dos antiguos compañeros del sindicato, que han ayudado a comprender mejor el horror vivido durante la toma de Málaga, cuando la población sufrió el abandono por parte del gobierno republicano mientras asistían a las amenazas de Queipo de Llano de no dejar títere con cabeza. («Me sentaré en calle Larios a tomarme una cerveza; por cada sorbo mío, caerán diez»).
También hicieron un vívido relato de los sucesos de la carretera de Almería, una huída desesperara de la población ante el avance de las tropas fascistas, y cómo sirvieron de blanco certero para los barcos que se apostaban en la costa. A pesar de que el coste en vidas humanas fue mayor que el ocurrido en Guernica, (se barajan entre 5000 y 15000 desaparecidos), esta matanza no parece haber ocurrido nunca, quedando disuelta, como tantas otras cosas, en la borrosa memoria.
Estos dos compañeros se han reencontrado hoy en el sindicato, después de más de 40 años sin verse, y a pesar de lo avanzado de su edad (84 y 94 años), su memoria se conserva fuerte y fresca, para no olvidar nunca y hacer que tenga más sentido aún, si cabe, que los demás no cejemos en recordar y en continuar con la Idea.