El 21 de mayo más de medio millar de docentes de toda málaga ejercieron su legítimo derecho a la huelga (huelga a secas, sin el premodificador “constitucional”, ya que la huelga ha sido la herramienta de lucha obrera más básica y eficaz antes de esta obsoleta Carta Magna), y se concentraron ante las puertas del edificio negro, sumándose a la convocatoria hecha por la plataforma en la que se ha integrado la C.N.T., exigiéndole a la Junta de Andalucía la retirada inmediata de la llamada “Orden de Calidad”, una nueva chapuza diseñada para evitar la necesaria homologación retributiva del profesorado andaluz, y que disgrega y separa al cuerpo docente y le responsabiliza de la altísima tasa de fracaso escolar que padece Andalucía, fruto, entre otros aspectos, de las pésimas leyes educativas de los últimos tiempos, y en cuyo diseño ni docentes ni alumnado ni padres o madres tienen ninguna competencia, a pesar de ser los únicos relacionados directamente con el hecho educativo.
A los gritos de “esta orden la vais a retirar”, o “por la dignidad de los docentes”, los participantes enarbolaron pancartas y banderas, mientras que el delegado de educción, José nieto, desayunaba con representantes de CCOO y U.G.T. en la cafetería del mismo edificio. Estos dos sindicatos, principales responsables de la firma de esta orden, fueron, evidentemente, los grandes ausentes, por lo que fueron tambien imprecados por la gente congregada en la concentración.
Diversos integrantes de la plataforma, entre ellos nuestro compañero Antonio Jiménez, leyeron comunicados y apelaron a la unión y a la lucha como única medida para frenar la intencionalidad de la junta, que un día antes de la convocatoria firmó un raquítico acuerdo de homologación con los sindicatos antes referidos, los mismos que no participaron de la movilización de un colectivo en el que supuestamente tienen representatividad.
El cuerpo docente, por lo general dócil e indiferente a los abusos a los que ha venido siendo sometido, ha dicho basta, y planta cara a una Consejería que jerarquiza los centros de enseñanza y que al parecer demanda analfabetos con titulo, no personas con criterio propio. Desde C.N.T. seguiremos colaborando y elaborando propuestas que dignifiquen la enseñanza y la labor del profesorado, y promover asimismo un sistema educativo libre, laico, científico y racional, así como la defensa a ultranza de la enseñanza publica.