Presentamos a continuación la traducción de un comunicado de los compañeros de la CRAS-AIT (Confederación Revolucinaria Anarco-Sindicalista, sección rusa de la AIT):
El desencadenamiento de acciones militares entre Georgia y Osetia del Sur amenaza con desarrollarse en una guerra de largo-alcance entre Georgia apoyada por la OTAN por un lado y el Estado ruso por otro. Miles de personas han sido ya asesinadas y heridas -principalmente, pacíficos civiles; cuyas ciudades y asentamientos han sido bombardeados. La sociedad ha sido bombardeada con una confusa oleada de una histeria nacionalista y chauvinista. Como siempre y como cualquier lugar en conflicto entre estados, no hay y no puede haber una justificación para una nueva guerra Caucásica -sólo existe el culpable. Los lodos que han sido avivados durante años ahora han causado este cruce militar. El régimen de Saakashvili en Georgia mantiene dos tercios de la población en la pobreza, y el gran descontento interno en el país causa esto, cuanto más se desea encontrar una salida de su estancamiento en la forma de una «pequeña victoria de guerra» con la esperanza que pueda solucionarlo todo. El gobierno de Rusia tiene toda la determinación de mantener su hegemonía en el Cáucaso. Hoy pretenden ser los defensores de los débiles, pero su hipocresía es abundantemente clara: de hecho, Saakashvili solo repite lo que la soldería de Putin hizo en Chechenia hace 9 años. Las élites de tanto Osetia como Abjazia aspiran a fortalecer su papel como los aliados exclusivos de Rusia en la región, y al mismo tiempo conducir a la empobrecida población alrededor de la experimentada antorcha de la «idea nacional» y del «rescate del pueblo». Los líderes de los EEUU, los estados europeos y la OTAN, por el contrario, desean debilitar la influencia de sus rivales rusos en el Caucaso tanto como sea posible para hacerse con el control de los recursos energéticos y su transporte. Así que, nos convertimos testigos y víctimas del último movimiento del conflicto mundial por por el poder, el petroleo y el gas.
Esta lucha no ofrece nada a los trabajadores -georgianos, osetianos, abjacianos o rusos-, exceptuando sangre y lágrimas, desastres incalculables y mayor privación. Expresamos nuestra simpatía a los amigos y familiares de las víctimas, a las personas que han sido dejadas sin un techo sobre sus cabezas y sin medios de subsistencia como resultado de esta guerra.
No deberíamos caer bajo la influencia de la demagogia nacionalista que exige unidad con «nuestro» gobierno, portando la bandera de «protegiendo la patria». El principal enemigo del pueblo llano no son los hermanos y hermanos pobres del otro lado de la frontera o de otra nacionalidad. Sus enemigos son los gobernantes y jefes de todo tipo, presidentes y ministros, hombres de negocios y generales, aquellos que provocan las guerras con el objetivo de multiplicar su poder y sus riquezas. Hacemos un llamamiento a los trabajadores en Rusia, Osetia, Abjazia y Georgia para rechazar el cebo del nacionalismo y del patriotismo y dirigir la rabia hacia los gobernantes y los poderosos de ambos lados de la frontera.
!Soldados rusos, georgianos, osetianos y abjazios! ¡No obedeced las órdenes de vuestros oficiales! ¡Dirigid vuestras armas contra aquellos que os han conducido hasta la guerra! ¡No disparéis a los soldados de vuestros «oponentes» – fraternizad con ellos: la bayoneta al suelo!
¡Trabajadores en el retaguardia! ¡Sabotead los esfuerzos militares, dejadlos para ir a encuentros y manifestaciones contra la guerra, organizaros vosotros mismos y luchad contra ello!
¡No a la guerra y a sus organizadores – gobernantes y burgueses!
¡Sí a la solidaridad de los trabajadores de ambas fronteras y frentes!
Federación de los Trabajadores de la Enseñanza, Ciencia y Técnicos, KRAS-AIT