En este escrito voy a hacer una crítica de la manera más objetiva posible sobre el fracaso de las cárceles, sus carceleros y los ‘equipos de tratamiento’. Últimamente, han estado maquillando todo este sistema autoritario y fascista, aludiendo a la cárcel como centro penitenciario, y a los carceleros como funcionarios de prisiones. En vez de presos, internos; en vez de administrador gerente o alcalde, director. Si a esto le añadimos a los educadores, las asistentes sociales, maestros, psicólogos, etc. parece que estamos en un instituto, y nada más lejos de la realidad, porque somos presos, estamos en una cárcel, inmersos en un sistema represivo, jerárquico, autoritario y muy a pesar mío, fascista.
Con estas reglas de juego, poco podemos hacer los presos, ya que sólo se busca la sumisión, el peloteo y el chivarse; así de esta forma, puede que los personajes de tratamiento digan que estás preparado para salir. Me viene al recuerdo una película que ví, de título ‘cadena perpetua’, y cómo te puede valorar un equipo de tratamiento que no te conoce. Por ejemplo, aquí en Brians 2 –módulo 4- somos algo más de 100 presos. Yo llevo aquí 4 meses, pero algunos compañeros llevan prácticamente desde que se abrió la cárcel. En mi caso, no tengo ni la más remota idea de quién es el jurista, ni el me puede reconocer tampoco, porque no nos hemos visto nunca. Igual que yo, la mayoría de compañeros. Con la asistenta social sucede lo mismo, en 4 meses aún no la conozco y ella tampoco a mí, ni a los compañeros. Sé que hay una pedagoga porque hable con ella alrededor de 3 minutos, la mayoría de mis compañeros ni la conocen, también sé de una educadora y una psicóloga, pues con ellas he hablado unos 30 minutos.
Lo patético de todo esto, es que son estas personas las que valoran si uno está en condiciones de salir o no. ¿Cómo pueden decidir sobre una persona cuando no la conocen, y en muchos casos, no sobrepasan los 30 minutos con un preso? La mayoría de ellos ni tan siquiera habían nacido cuando yo poblaba ya las celdas. ¿Con qué moral valoran a un preso que ni siquiera conocen? Yo os lo diré, lo valoran de manera positiva. Cuando el preso las espera en la entrada del módulo y las sigue como un perrito faldero, les ríe sus chistes, les llevan café y les ríen, cuando fuman cigarrillos en zonas prohibidas, las mismas donde a nosotros nos meten un expediente disciplinario. Sólo estos presos son los que tienen posibilidades de salir, los demás, no nos engañemos, podemos tener sobradamente todos los requisitos como en mi caso y el de muchos más, un buen entorno familiar y social, más de las ¾ partes cumplidas de una condena de 40 años, tengo una buena oferta de trabajo, hace años que no tengo expedientes disciplinarios y mi conducta es normal, pero tengo un defecto para ellos.
Soy un preso que piensa, que tiene principios y una ideología contraria a la suya, porque soy anarquista, de lo que me siento orgulloso, y creo que el sistema está podrido y hay otra forma de vida basada en la autogestión. Éste es mi verdadero delito, no comulgo con un sistema corrupto y podrido. Por eso sus cárceles y carceleros son un fracaso, pues no buscan la solución a los problemas, sino todo lo contrario, ellos con su ignorancia y doble moral crean el problema.
Amadeu Casellas Ramón, actualmente secuestrado por el estado español en la cárcel de Brians 2, y en huelga de hambre.
28/05/09