Sábado 10, a la hora del mediodía.
Decidimos cambiar el orden de las visitas empezando, esta vez, por la franquicia del centro Vialia, que es el local en el que trabajaba habitualmente nuestra compañera.
Llegamos y nos pusimos todxs en fila con nuestras revistas ante el negocio propiedad de Socipinchos S.L. y perteneciente al grupo Restalia, formando una cadena humana entre compañerxs. El local presentaba una buena afluencia de clientes, y tanto éstos, como los de los negocios de los alrededores y viandantes del centro, clavaron sus miradas en nosotrxs.
Se veía cómo leían el mensaje, que está muy claro además: “100 Montaditos, paga lo que debes”, y muchos se acercaban a preguntarnos, con lo que les explicábamos el porqué de aquello y les hacíamos entrega de panfletos informativos. Algunos nos daban su apoyo y, conforme iba pasando el tiempo, se apreciaba que 100 Montaditos se iba vaciando hasta quedarse con apenas tres mesas ocupadas en la hora punta del almuerzo, cosa bastante inusual en un sábado. Hasta hubo clientes que nada más abandonar el sitio, se acercaron a nosotrxs diciendo que de haberlo sabido antes no hubiesen ni entrado. En vista del éxito que estaba teniendo nuestra acción, decidimos quedarnos todo el tiempo en esta franquicia, sin visitar la otra.
Como estábamos haciendo mella, la responsable, Carolina, llamó a la policía, que es algo que les gusta mucho hacer en este lugar, porque prefieren hacerse con el escándalo que supone la presencia policial en un lugar así, antes que pagarle a la compañera la deuda que con ella tienen.
Pasaron varios cuerpos de nacionales, pero sin llegar a intervenir y marchándose al ver que nuestra actuación era pacífica, hasta que, a las dos horas de estar allí, aparecieron dos agentes que intentaron convencernos de que no podíamos estar allí, cosa que sabemos que no es así, después de tantas visitas. Eso indica que estábamos haciendo bastante pupa ese día en la recaudación y en la reputación de tan ‘acreditado’ negocio.
Sábado 17, a la misma hora.
Tras la acertada acción que realizamos el sábado anterior, éste, volvimos a repetir lo de hacer una única visita al mismo sitio, Vialia, excluyendo la del centro Larios.
En esta ocasión, el local estaba casi vacío cuando llegamos. Nosotrxs hicimos lo de costumbre: colocarnos, desplegar las revistas…
Al poco rato se acercó una pareja de la policía nacional, que intentó lo que la última, la vez anterior: que nos marchásemos o cambiásemos nuestra forma de actuar. Éstas no son más que tretas para que desistamos, pero nosotrxs sabemos por lo que estamos allí y conocemos cuáles son nuestros derechos, como sindicalistas que somos. Sabemos que existe la libertad de expresión y el derecho a la reivindicación y a la sindicación, y hacemos uso de ello.
Como no pudieron hacer nada, ante nuestra legal acción, se marcharon sin más.
Avanzaba el tiempo, y se iba llenando el local, pero no del mismo modo como se veía en los de los alrededores, que son de la misma categoría a los 100 Montaditos, ¿sería por nuestra presencia?
Cabe señalar un último apunte, y es que, a la hora de irnos, repartimos panfletos a lxs clientes y esto no le agradó mucho a la encargada, por lo que mandó a una de sus subordinadas a hacer el trabajo sucio: agarrar con violencia y despotismo a la compañera, mientras intentaba arrancarle de las manos los panfletos restantes. Pero se les olvida que la compañera no está precisamente sola y tuvo que soltarla enseguida.
Ni que mencionar tiene el espectáculo tan poco atractivo para lxs clientes, y ‘ejemplar’ para futuras y posibles candidatas a ocupar su puesto, que estaba dando. Esa es la imagen que da la empresa 100 Montaditos, y esa es la clase de empleadas que quieren para su negocio.
¡¡¡ 100 MONTADITOS, PAGA LO QUE DEBES!!!
¡¡¡ CAROLINA ABELLA MEDINA, HAZ QUE SOCIPINCHOS PAGUE!!!
100 MONTADITOS, LA VERGÜENZA DEL GRUPO RESTALIA
CNT-AIT en lucha!