El 8 de junio, día de la huelga general de servicios públicos, la CNT-AIT de Málaga se sumó a la convocatoria, al igual que muchos de los sindicatos de Andalucía que así lo decidieron previamente.
El motivo y los argumentos que ya están expuestos en las numerosas octavillas que se han repartido durante el conflicto era claro: protestar contra la reducción de salarios, así como los otros recortes en pensiones o prestaciones sociales que ha decidido el gobierno.
En Málaga, 75000 funcionarios estaban llamados a la huelga, aunque la mitad, parece ser, no han secundado esta huelga que fue convocada en principio por CCOO y UGT, aunque finalmente nuestro sindicato y también otros han apoyado, pero intentando hacer una reflexión critica de los sindicatos convocantes en el caso nuestro.
Para ello, la CNT ha realizado un gran esfuerzo en la propaganda para difundir un acto en solitario contra los recortes salariales en el Edificio Negro, donde hemos elevado nuestra protesta, y despues de hacer una llamada a la huelga general en los numerosos centros de trabajo.
Este trabajo, que también deberian haber hecho los sindicatos convocantes, que tienen numerosos medios, no se ha visto apenas en los centros de trabajo, ya que el trabajo se lo han hecho desde los propios medios de comunicación, anunciandoles la convocatoria.
¿Por Qué hay un gran número de funcionarios y trabajadores públicos han dado la espalda a esta convocatoria?
¿Por qué no se han unido para protestar ante esta tropelía que no ha ocurrido nunca y no hemos sido capaces de hacer una huelga efectiva?
En nuestro parecer, y después de haber estado en las asambleas en nuestros centros de trabajo, las razones son claras: una gran parte de quienes no secundan la huelga piensan que que su sacrifico y que le vayan a descontar el dinero no servirá de nada. Otr@s, que debido a que los sindicatos que dicen ser mayoritarios están continuamente firmando cosas a espaldas de los trabajadores, y estan hartos de “sindicatos” que no sirven para nada. En definitiva, la desazón y la desmovilización es lo que han creado entre tod@s y la capacidad de lucha es mínima.
Nuestra posición es que a pesar de ser cierta la manipulacion por parte de estos sindicatos subvencionados, con miles de liberados sindicales, y que deberian aplicárseles el recorte a ellos mismos, teníamos que protestar con nuestros medios, y participar lo mas activamente posible de una huelga y a la vez responsabilizar tanto al gobierno como los sindicatos mayoritarios de esta situación calamitosa y deshacernos del miedo y la apatia a través de la huelga.
Seguimos pensando que los recortes se deben aplicar a las rentas del capital, a reinstaurar el impuesto del patrimonio, a luchar contra el fraude fiscal, al recrote de gastos militares, de subvenciones a partidos politicos, en subvenciones a partidos politicos y sidnicatos, y un sinfin de gastos de dudosa utilidad social.
Puede ser que el 8-J sea analizado con vistas a una convocatoria de huelga general, en caso de decretazo en el tema de los nuevos modelos de contratación. Si es así, la actitud de los sindicatos seguiria siendo la misma, justificarse. ¿Y la mayoría de los trabajadores? Nosotr@s tambien debemos reflexionar acerca de nuestra forma de llegar a esos trabajadores cada vez más apáticos. ¿Hacemos lo correcto?¿Nos equivocamos en la forma de tratar de hacerles comprender que los sindicatos son algo más que los liberados sindicales? Que ell@s son los que deben ser quienes decidan en cada situacion, en los centros de trabajo, hacernos oir a traves de ell@s, para ir superando esas barreras psicologicas de la desmovilizacion social existente.