Dentro de las Jornadas Libertarias de la CNT-AIT de Málaga, el pasado 3 de noviembre tuvo lugar en su local una charla con título “Lucha por el derecho a la vivienda y contra la especulación en Sevilla”, en la que miembros de la Intercomisión de Vivienda de esa ciudad, explicaron como se ha desarrollado su proyecto desde su creación a raíz del 15M.
En primer lugar, nos contaban como antes de esta Comisión, existieron en Sevilla otras luchas por el derecho a la vivienda, como las que llevaron a cabo la Asociación de Inquilinos La Corriente o la que protagonizaron posteriormente Barrios En Lucha, ambas por el derecho al uso de la vivienda y el territorio.
Nos explicaron como surgió esta comisión cuando el 15M de Sevilla se estructuró por asambleas de barrio, y cómo dentro de cada asamblea se ponía en marcha una grupo que dinamizaba específicamente este tema. Dentro de estas comisiones, no sólo entraron individuos sino también asociaciones – de derechos humanos, por ejemplo.
Su primera labor, fue crear una red de puntos de información y encuentro, dando lugar a una decena en toda la ciudad. Describieron que estas asambleas y comisiones, han funcionado sin cargos ejecutivos, así las decisiones han sido tomadas por el colectivo en asambleas. Se han preocupado por tratar el tema de la vivienda de una forma global, ayudando a buscar soluciones a la gente que se acercaba a ellos por problemas para pagar sus hipotecas, presionando para conseguir daciones en pago, negociando con propietarios para que bajasen sus alquileres o asesorando a gente, cuya intención era la ocupación.
Ellos han contemplado que en el problema de la vivienda existen diferentes realidades: la crisis hipotecaria de pago, que conlleva el desahucio; el problema de los precios del alquiler; la infravivienda (malas condiciones, hacinamientos); personas que vivían “sin techo”, porque los albergues municipales están saturados. Además entienden que existe un problema sociológico en España, es el de los adultos (de entre 20 y 35 años), que son recogidos en casa de sus padres y que no tienen oportunidades de independizarse.
En Marzo de 2011, elaboraron una tabla reivindicativa, en el que el eje fundamental era el derecho a la vivienda. Exigían en ella, un servicio público que proporcionara vivienda en alquiler, así como también moratorias para desahucios, que se ayudara con el pago de las hipotecas o se reestructuraran deudas. En cuanto al tema de la alquiler, pedían moratorias de desahucios y rentas familiares. También que el patrimonio existente en la ciudad se rehabilitase y se dejarán de construir vivienda nuevas.
A continuación, siguieron hablando de como surgió “La Corrala La Utopía”. Como llegaron al punto de información afectados con diferentes problemas. Así, organizaron una reunión en la que desde la misma gente surgió el idea de okupar, porque estaban no tenían casa para vivir. Después, se reunieron con abogados y gente con experiencia en la okupación, para que les explicaran la implicaciones legales de la okupación. Luego, se plantearon la estrategia a nivel político, hacerlo público o no. Mientras se conformaban como grupo, buscando un nombre y trabajando en la identidad del colectivo. También formaron una comisiones técnicas que se encargaban de tareas diferentes: luz/agua, abrir casas, logística, comunicación, mediación (instituciones, policía). Este esquema se mantendría luego, tras la okupación. Al tiempo, un grupo cerrado formado por dos afectados y alguna personas con experiencia en el tema, se concentraron en buscar sitios y preparar la entrada. Así pedían notas simples de los titulares de los inmuebles (si eran empresas pedían el título en el registro mercantil). A las familias que iban a okupar no les decían donde de que inmueble se trataba, para evitar filtraciones, ellos sólo sabían que tenían que estar preparados. Así buscaron un punto flaco en uno de los edificios que forman la manzana de La Corrala y entraron. Inmediatamente, acudieron algunas familias con mochilas (pues no sabían si iban a ser rodeados por la policía durante días), para evitar que la policía entrara por la fuerza. Pero no fue así, los represores no aparecieron. Después se encargaron de organizar el espacio hasta el momento de hacerlo público. En este momento, nos contaban que cometieron un error, ya que comunicaron que habían quince familias en un inmueble de treinta y seis viviendas, lo que hizo que apareciera muchísima gente que quería ocupar el resto, lo cuál creó un conflicto. Lo solucionaron llamando a afectados de otros barrios, para que se fueran a vivir allí.
Posteriormente, tomó la palabra unos de los actuales habitantes de “La Utopía” – en la cuál hay 36 familias-, el cuál nos contaba que él no estaba en el grupo inicial que okupó aquello. Pero que cuando conoció de su existencia, se acercó a ellos para apoyarles, pues el estaba en la misma situación que sus ocupantes. En su caso particular, se encontraba viviendo con su abuela y su pareja con su madre, teniendo cinco hijos. Nos describía como se organizaban en La Corrala: comisiones de recursos, de convivencia, de cuestiones políticas, asambleas,… Su intención es presionar al propietario de los edificios – Ibercaja- para conseguir suministro de luz y agua, la retirada de la denuncia y un alquiler adaptado a sus posibilidades – él concretamente, vive de la ayuda familiar, 426 euros -.
Nos aclararon que la situación legal del edificio es poco transparente, que es un producto tóxico de la especulación, que ha pasado por diferentes propietarios y por ello, no han tenido que enfrentar en este tiempo a un desahucio. Pero que si sufren la hostilidad del banco y el ayuntamiento, habiéndoles cortado el agua y la luz numerosas veces – la última, con un amplio despliegue policial, cortaron el agua a varios metros de profundidad, y ENDESA, les ha quitado todos los cables de luz de los alrededores-. También los han amenazado con quitarles sus hijos – cuando como decía sus niños están perfectamente cuidados, es más bien este banco y el ayuntamiento los que atentan contra estos niños al privarles de luz y agua-. Nos relataron también como han venido televisiones de todo el mundo (BBC, Al Jazeera) a conocer su odisea.
Nos expresaron que la actitud del Ayuntamiento ha sido la del boicot, aunque no lo han echo de frente sino de forma encubierta, pues ellos han despertado muchas simpatías no sólo en su ciudad, sino también fuera. Así tras las presiones de los afectados, y concretamente después de una acción, les prometieron que iban ayudarlos y después los engañaron.
A partir de este momento de la charla, comenzaron las intervenciones de los asistentes. En concreto, se preguntaba si esto de cortarle el agua y la luz era legal. Contestaron que para tener un contrato de suministro, todo usuario necesita dos requisitos: una licencia de 1ª ocupación (en el caso de La Corrala, pues nunca ha estado habitado), y un certificado eléctrico (esto lo tienen los propietarios). Explicaron, como esto actualmente no era posible, estaban pidiendo el Estado de Emergencia a la Junta de Andalucía, para que ordene que se restablezca el suministro.
Varios compañerxs de Málaga, expusieron que en nuestra ciudad, cuando se pide una nota simple, al día siguiente aparece la puerta de esa vivienda tapiada.
Tras una pregunta, la persona que vive en La Corrala, exponía que no tienen problemas con lxs vecinxs, que ya llevan seis meses allí, que compran en las tiendas de los alrededores , que hay gente que les ayudan – un mecánico les estaba reparando el coche gratis- , no tienen mala imagen, y como desde un principio, se han planteado el objetivo de difundir su experiencia en el barrio.
En cuanto al tema de elegir el edificio definían que es importante que esté en el barrio donde viven los afectados, que este vacío y que los propietarios sean empresas en descomposición. En el caso de La Corrala, la promotora no había vendido ningún piso, la hipoteca tenía una cuantía importante que no se corresponde con el valor de hoy día y la sociedad de propietarios estaba desaparecida. En la Gerencia de Urbanismo se había pedido los planos de la vivienda.
El abogado, que lleva muchos años participando en movimientos relacionados con la vivienda en Sevilla, nos explicaba que su experiencia es que luchas como las de los habitantes de La Utopía se ganan. Otro caso diferente fue el de La Corrala La Alegría (por el tipo de propietario, por el menor número de familias implicadas,…) que terminó en un desalojo.
Además, los ponentes hicieron especial hincapié en como se forman los grupos de afectados. En primer lugar, hay que organizar reuniones para que se conozcan. Luego, proporcionarles soporte jurídico y de comunicación. Hay que tener capacidad para dinamizar grupos y fomentar la autoorganización, ya que la gente está acostumbrada a las actuaciones asistenciales de las instituciones y esperan que les den un piso. También es muy importante cuidar el aspecto de la identidad colectiva y de la convivencia, pues en las dificultades del día a día aparecen tensiones. Tienen que ser conscientes también, de que okupar es algo ilegal, con lo cuál tiene consecuencias jurídicas, y deben ser conscientes de ellas. Hay que verlo como un proceso político, la lucha hay que coordinarla. También explicaban como mucha gente se suma a estos proyectos para obtener un piso, pero no sabe asamblear y también hay que valorar su nivel de implicación, observando su compromiso y actividad.
También aclaraban que el principal problema legal al okupar es si te pillan abriendo la vivienda, ya que te pueden aplicar “robo con fuerza” o “allanamiento de morada”. Sino no tiene tantas consecuencias, pues se considera “usurpación” y esto, no tiene más repercusiones que una multa. Por ello, es importante evitar las filtraciones. Distinguían dos momentos: al entrar, y una vez estas dentro y se ha cambiado la cerradura. Hecho esto último, no puede entrar la policía; solamente puede hacerlo con orden judicial; los ocupantes están protegidos por el derecho a la vivienda. Explicaba que no tiene sentido que te saquen de la casa y te lleven a comisaria, sino simplemente que te hagan una comunicación judicial.
Se preguntó que características se debían tener en cuenta al elegir la propiedad. Dijeron que se hiciera especial atención a que no fuera un particular, pues puede ser más negativo a nivel mediático. Lo mejor es que sea de una empresa agonizante, o mejor aún, si es del banco que le dió el préstamo hipotecario; que este banco sea un banco fuerte, puede ser más positivo todavía.
Por último, para dar solución al suministro de luz y agua en una casa okupada había que tener en cuenta si se trata de una casa que ya ha estado habitada o es una primera ocupación. Decía que no es necesario legalmente un título de uso (arrendamiento) para contratar agua o luz. Pero que si aun así te lo piden, se pueden hacer una arrendamiento cruzado, que es que dos vecinos que okupan un inmueble, se arrendan el uno al otro; no es legal, pero puede servir. En cuanto al certificado de instalación, se puede pedir en la Delegación de Industria de la Junta. La licencia de primera ocupación, en la Delegación de Urbanismo. No hay problema en solicitar estos documentos, son públicos. Si esa casa se ha habitado ya, hay que pedir un Boletín de enganche, el cuál lo hace un técnico cualificado.
Tras esto, y después de dos fructíferas horas de exposición e intervenciones, se puso fin a la charla, con la puntualización de los ponentes de que es importante que el tema de la vivienda se aborde desde perspectivas integrales y que los afectados no se sientan delincuentes, sino que busquen construir soluciones colectivas desde la normalidad y la alegría, animando a los asistentes a que se promuevan proyectos similares a este en la ciudad de Málaga.
CNT-AIT Málaga