El pasado viernes la CNT y las Juventudes Libertarias de Málaga se concentraban en la plaza de la constitución para denunciar la intensificación de la represión por parte del Estado. Esta acción se engloba dentro de la semana de lucha anti-represiva.
Actualmente estamos viendo como el gobierno intensifica la represión, con una clara intención de acallar las voces discordantes y cualquier tipo de acción que pueda poner en peligro sus privilegios.
Reforma del código penal, implantación de la “ley mordaza”, reforma de la ley del aborto, ley de seguridad privada, ley de tasas judiciales, reforma del procesamiento penal y la anunciada ley de servicios mínimos durante la huelga son solo algunas de las nuevas normas que perfectamente coordinadas pretenden endurecer la represión.
A pesar de que algunas de estas leyes aun no están en vigor, el aumento de la represión no se ha hecho esperar. El estado ya cuenta con una amplia gama de herramientas represivas, como puede el artículo 315, 3 del Código Penal, por el que se está condenando a penas que van de entre 3 a 4 años y medio de prisión por participar en piquetes informativos, alegando delito contra los derechos de los trabajadores, algo surrealista.
Recientemente tenemos el caso de Carmen y Carlos, que tras participar en un piquete informativo durante la última huelga se les condena a tres años de cárcel, el hecho que se les imputa es corear “si chapas nos vamos”, y esto es considerado un delito contra los derechos de los trabajadores. Pero este no es el único caso, a Carlos y Serafín también se les condena a tres años de cárcel por paralizar varios camiones durante la huelga de transporte de Vigo. A ocho trabajadores de Airbus en Getafe se les pide ochos años de cárcel por un altercado que tuvo lugar durante la huelga general de 2010. A Katiana Vicens se le acusa de subirse a un coche para convencer al conductor de que se sumara a la huelga y romper una ventanilla, hechos que ella niega y por los que se le piden cuatro años y medio de cárcel.
En 2014 se llevan contabilizados 55 procesos penales abiertos contra personas por participar en piquetes durante las huelgas. Hay unas 200 personas que podrían entrar próximamente en prisión por ejercer su derecho a la huelga y luchar por unas condiciones laborales dignas.
La represión no se limita tan solo al ámbito de las huelgas y los piquetes. No podemos olvidar el caso de Isma y Miguel que llevan más dos meses en prisión preventiva tras las movilizaciones del 22M. Tampoco podemos olvidar las últimas detenciones por comentarios en las redes sociales, atacando directamente a la libertad de expresión. Ni las condenas de prisión a músicos por sus letras. Ni las sanciones al movimiento feminista por oponerse a la nueva ley del aborto. Ni la imputación por “enaltecimiento del terrorismo” de Pepita por hacer declaraciones en defensa de sus hijos, defendiendo los actos de sus hijos como respuesta a la violencia de Estado. Ni la imputación del colectivo NAIS contra a impunidade, madres en lucha por hacer visibles los casos de torturas en las cárceles y comisarías del Estado.
A todo esto tenemos que sumarle la indefensión jurídica que provoca la implantación de las tasas judiciales, que hace aun más sangrante las multas astronómicas a las que nos están sometiendo.
Sabemos que los fiscales tienen órdenes de llevar a los tribunales la represión policial de las calles, sin duda alguna estamos asistiendo a una persecución contra las movilizaciones y luchas sociales propia de regímenes autoritarios.
No confiamos en las leyes, pero creemos en el respeto, en la responsabilidad individual y social, y en el libre pacto entre iguales.
Por eso, desde la CNT-AIT nos negamos a dar ni un paso atrás, creemos que la mejor manera de hacer frente a la represión es la solidaridad. Nos intentan meter el miedo en el cuerpo, pero nuestro amor a la libertad es mucho más fuerte que eso.
La libertad no se legisla, se conquista. No hay más derecho que aquel que se ejerce.
CNT-AIT Málaga