Una enorme pancarta negra en la que estaba escrito “La lucha está en la calle y no en el Parlamento. Sin subvenciones ni liberadxs. CNT-AIT” recorrió el sábado 29 de noviembre la ciudad de Málaga desde su extremo oeste hasta el centro. Alrededor de ella, no solo detrás, también a los lados y adelantados y algo más retrasados, íbamos compañerxs y amigxs militantes que en esa jornada de manifestación convocada por las Marchas de la Dignidad queríamos que se escuchara la música libertaria entre tanto ruido de confluencia y electoralismo. Y no fue fácil: algunxs compañerxs tuvieron que luchar lo suyo en numerosas asambleas y reuniones de trabajo con otros grupos para que esa marcha no se transformara en otra cosa y “los de siempre” instrumentalizaran una queja común a todxs, “Pan, Trabajo y Techo”, para sus sus tejemanejes de hace décadas: que no estábamos dispuestos a compartir camino (y menos luchas) con los sindicatos (aún así se llaman) del Poder y así salvaran sus inmediatas elecciones, o se hicieran la foto reivindicativa del año.
Finalmente, superados discursos tramposos y estratagemas de última hora, se logró respetaran lo que ya hubo en marzo en Madrid, y una Columna formada por la CNT, las Juventudes Libertarias y otros grupos afines y amigxs, junto al SAT y la CGT salió desde calle Gaucín (a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad) sobre las once de la mañana: fueron dos horas y media de andar y zigzaguear, pues nos iban desviando a cada rato, imagino que a ver si nos cansábamos, pero con cada vuelta recuperábamos fuerzas, y con cada calle más estrecha nos hacíamos más barrio. Y la Columna Libertaria (porque la verdad es que así era, y días después los que la vieron pasar preguntaban “¿pero ibas en la Columna de la CNT?”) conveniente escoltada por la policía, que no nos dejaba ni a sol ni a sombra pisar siquiera la línea del carril autorizado, lanzando mensajes contra los opresores, contra el Poder y el Estado, clamando contra las injusticias, acordándonos de lxs presxs, y en particular de Noelia, encerrada y torturada ahora en Ávila, llegó al centro y se unió al resto de las Columnas que partían de los extremos de la ciudad. Cansadxs pero satisfechxs, juntxs e intentando que el mensaje anarcosindicalista llegara al mayor número de personas: que únicamente con la lucha de cada unx, y no con los votos, podremos ir transformando lo que nos rodea.
Lo que vino fue una Manifestacion por la Alameda y el Parque, avenidas principales de la ciudad, con miles de personas más, donde nuestra pancarta negra libertaria se encontró con muchas otras (pero era la más elegante, eso seguro) y que dio colofón al acto. Contentxs nos retiramos después de una marcha por los barrios en los que dejamos nuestro mensaje anarcosindicalista y libertario.