El 21 de marzo terminaron las marchas a Madrid con un éxito total por parte de las organizaciones convocantes, que se volcaron en hacer visible el descontento de una parte muy importante de la población, en particular, de la que sufre los recortes y el desempleo o los desahucios, para beneficio del capital en su mayor parte.
Este comunicado no es para denunciar la pasividad de los medios de comunicación que no tenían interés en informar de lo sucedido durante las marchas, ni del éxito de las mismas, un día antes de las elecciones en Andalucia.
Nuestro comunicado es para mostrar nuestra repulsa a algunos hechos inquietantes que se reproducen cada vez más desgraciadamente, y queremos comunicar a los ciudadanos-as que existen directrices por parte de los responsables de las fuerzas de seguridad para que el miedo se extienda a todas las personas y en particular hacia aquellos que puedan realizar cualquier protesta social. Para ello han diseñado la reforma del código penal, y la denostada ley de seguridad ciudadana o ley mordaza, que son aprobadas hoy mismo.
Las marchas que terminaron sin incidente alguno, finalizaron en Colón, por parte de miles de personas, de todo el territorio, y que fueron disolviéndose poco a poco, habiendo cumplido sus objetivos.
Una vez que quienes asistieron de este sindicato regresaron hacia sus autobuses, nos enteramos de que se produjeron enfrentamientos con la policía y daños al mobiliario urbano, que terminaron con la detención de 17 jóvenes, acusados de destrozos, atentado o resistencia a la autoridad.
Claro, ¿cómo se va a permitir que un acto de este tipo y con 1200 policias repartidos en un radio muy pequeños se vayan como llegaron?
Lo que más nos indigna es que cientos de policías, que están preparados para cualquier situacion, totalmente equipados con material antidisturbio ante la mínima orden se van a lanzar cual fieras sobre cualquiera que se le ponga por delante con independencia de lo que hubiera cometido, sea o no culpable, y con total impunidad, golpear con saña a quien no puede defenderse. Asi, no hay más que ver el vídeo , donde aparecen cercados unos pocos jóvenes y son agredidos con una violencia inusitada por parte de decenas de antidisturbios cuando no tienen escapatoria alguna.
Es increíble que estos actos violentos sean cometidos por funcionarios, que tienen capacidad para detener a los que cometen algún delito, pero el uso de la violencia a estos niveles los desautoriza, pues están cometiendo ellos mismos el delito de malos tratos al detenido, pues es imposible la resistencia.
A esa brutalidad se añadirán posibles lesiones en las manos por los porrazos infringidos del agresor, y lo que es más grave aun, se crearán unos expedientes totalmente subjetivos para los jueces, que acatarán la versión policial, y condenarán seguramente con escasas pruebas a quienes fueren detenidos a durísimas penas de cárcel y multas, que pueden suponer la destrucción de las vidas de muchos jóvenes adolescentes en su mayoría, por atreverse a salir a la calle a protestar y reclamar algún futuro digno que se les niega.
Cnt Málaga