Desde la CNT llamamos a acudir y participar a la manifestación contra el fascismo, que partirá hoy 20 de noviembre de la Plaza del Obispo, organizada por la Coordinadora Antifascista de Málaga.
20 Noviembre de 2015. 40 años de la muerte de Franco
El 20 de noviembre de 1975 se celebró la muerte del que había aplastado a “sangre y fuego” las justas aspiraciones de millones de personas. La campaña represiva nada tenía que envidiar a la que desarrollaron los nazis en Alemania. Durante años dominó el miedo. No sin encontrarse una fuerte resistencia de los aspiraban a romper las cadenas de la esclavitud y dibujar un horizonte de igualdad.
Pero la represión no terminó en 1975. Ese proceso “modélico” llamado Transición estuvo lleno de muertes en huelgas, manifestaciones y comisarías. Mientras, los representantes de parte de la “oposición” se sumaban a los del antiguo régimen para orquestar una reforma política basada en el bipartidismo, bajo la fórmula de una monarquía parlamentaria elegida como continuadora por el franquismo. Fórmula que siempre ha supeditado el poder a la élite económica, y que mantenía a los fascistas en las estructuras burocráticas del Estado.
Con los años, las ideas revolucionarias y de cambio social fueron desapareciendo de la sociedad. Si existió un fuerte movimiento obrero y vecinal fue diluyéndose con los años, debido entre otros, a la práctica de la delegación política y la dependencia económica de las instituciones.
Se impuso y consolidó la hegemonía cultural del capitalismo: pérdida de conciencia generalizada, despolitización de la sociedad y asunción del consumismo como la nueva religión que dirige y controla nuestras vidas. Todo ello, fomentado por los medios de comunicación como medio de control social.
Ahora, a 40 años de la dictadura se imponen leyes que limitan nuestras libertades y derechos políticos, al tiempo que se pierden los derechos sociales y laborales que tantos años y vidas costó ganar. La Reforma del Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana nos advierte que nos encaminamos hacia regímenes cada vez más totalitarios: se desarrollan políticas represivas e imposiciones políticas tiránicas, se señala como culpable social a los migrantes, se acentúan las desigualdades sociales y económicas, se segrega material y simbólicamente a las mujeres por su género, y se sigue discriminando y reprimiendo por identidad y/u orientación sexual.
Y los que han tomado las calles para luchar contra ello en los últimos años, han sido multados, imputados o encarcelados. Todo ello, por defender nuestros derechos, muestra evidente de que el fascismo nunca se fue, siempre ha estado ahí en el poder.
Por ello, estamos hoy 20 de noviembre en la calles, denunciando que siguen existiendo organizaciones y partidos fascistas en nuestra sociedad y que siempre existe el peligro de que crezcan como está pasando en buena parte de Europa. Aunque aquí ya encuentran portavoces en el Parlamento.
Porque creemos firmemente que la mejor forma de cambiar la situación económica y social que vivimos es mediante la conciencia y la lucha, mediante la organización y la movilización, por ello, gritamos hoy más que nunca: