¡Justicia para Pablo!

La madrugada del jueves al viernes, del 20 al 21 de abril, el joven malagueño Pablo celebraba su 22 cumpleaños en un local del centro de Málaga. Pablo salió con un amigo fuera del local a tomar el aire, cuando en la puerta se estaba produciendo una discusión entre unos jóvenes a los que no conocían de nada. Pablo y su amigo les dijeron que no se pelearan, que estaban «de fiesta». Los jóvenes se volvieron entonces contra Pablo y sin mediar palabra le agredieron brutalmente, estando en el suelo fue pateado por sus agresores sufriendo dos paradas cardiorrespiratorias. Pablo acabó falleciendo el pasado sábado 22 de abril.
Estos hechos han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación, sin embargo, se está ocultando, entendemos que deliberadamente, que los agresores así como los encubridores, puestos en libertad con cargos, son miembros del grupo ultra Frente Bokeron como de la “Asociación Cultural” Málaga 1487, ambas organizaciones de naturaleza fascista, racista y xenófoba. Solo podemos entender que esta información, importante para entender y contextualizar lo sucedido aquella noche, esté siendo ocultada debido a presiones de determinados sectores de la sociedad malagueña que tratan de no “politizar” este crimen, y de paso, no manchar la imagen del grupo ultra Frente Bokeron en cuyo seno hay elementos más interesados en hacer agitación y propaganda nazi y en utilizar las gradas para labores de captación para la organización fascista disfrazada burdamente de “asociación cultural” Málaga 1487 que en animar al Málaga CF.
Efectivamente, Pablo no murió por defender unas ideas ni por pertenecer a un colectivo político determinado, pero eso no quiere decir que la ideología y la pertenencia política de sus agresores sean datos sin importancia. Tiene importancia y mucha, porque para ser víctima de la violencia fascista no hace falta ni militar políticamente, ni ser inmigrante, ni tener una orientación sexual determinada, solo hace falta, como pasó con Pablo, cruzarte una noche con estos elementos y cuestionarles pacíficamente sus actitudes, nada más. Cualquiera en cualquier circunstancia puede ser víctima de la violencia fascista.
Queremos denunciar no solo actitud de los medios de comunicación, empezando por los principales medios locales malagueños, por ocultar estos hechos, sino también a la directiva del Málaga Club de Fútbol y a la policía nacional. Es de sobra conocido que la directiva del Málaga CF fomenta y apoya al Frente Bokeron y es de sobra conocido que la directiva mira para otro lado cuando en las gradas que ocupa el Frente se difunde el fascismo y se hacen labores de captación. En cuanto a la policía nacional es evidente su pasividad con este grupo ultra, pasividad motivada por el consentimiento y la connivencia. El Frente Bokeron es un foco de difusión del fascismo, del racismo y la xenofobia en Málaga, pero nadie -ni el Club ni las instituciones- hace absolutamente nada por acabar con esta situación, más bien al contrario: se les aplaude e incluso se les toma como un elemento distintivo e identitario de la ciudad. Todo ello no hace más que engordar las filas de Málaga 1487, organización que trata de imitar a los nazis del Hogar Social de Madrid o al partido nazi griego Amanecer Dorado, aparentando una preocupación cultural y social “hacia los más desfavorecidos”, siempre que sean “verdaderos españoles”. Ni que decir tiene que las organizaciones que inspiran a Málaga 1487 se caracterizan por el uso de la violencia indiscriminada, la exclusión y la apología de los episodios más oscuros de la Historia más reciente de la Humanidad.
NO A LA MANIPULACIÓN INFORMATIVA, CONTRAL EL FASCISMO Y SU VIOLENCIA, ¡UNIDAD!